Dos factores del entorno han contribuido en forma especial a potenciar el papel del servicio al cliente:
•El continuo desarrollo de las expectativas de los usuarios, conforme van adquiriendo mayor madurez en el consumo de productos y el aumento de la variedad de la oferta.
•La convergencia de la tecnología de los productos, potenciada por la mayor facilidad de las comunicaciones, hace que cada vez sea más difícil percibir la diferencia entre los mismos.
Para asegurar un sistema de suministros acorde con las necesidades del servicio y a la satisfacción de sus clientes/usuarios, es necesario tener o crear un sistema eficiente de proveedores y de distribución.
Requiere el establecimiento de relaciones capaces de mantener un intercambio comercial estable.
Una inadecuada relación afecta directamente en la competitividad y capacidad productiva, así también, la calidad, servicio al cliente, los costos e inventarios, es por ello que una estrategia de integración en la cadena de suministros se hace necesaria.
El cliente puede verse influenciado por la imagen del producto y por el precio, pero una vez superados estos aspectos, la “disponibilidad”, el “plazo de entrega”, es decir, el servicio, se convierte en dos de los componentes del servicio fundamentales.
La importancia que da el usuario al servicio, termina por transmitirse al área de logística quienes a su vez lo convierten en exigencias para los proveedores.
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